La Comisión Directiva del Sindicato Argentino de Docentes Privados de Salta (S.A.DO.P), REPUDIA el hecho de violencia sufrido por la Docente Evelia Murillo de la Escuela El Bobadal, manifestando nuestro más profundo pésame a la familia y se pone a disposición de la Comunidad Educativa para tratar de superar este episodio.
Estos hechos de violencia, física o verbal que a menudo los docentes vivimos y denunciamos, muchas veces no son escuchados o no se les da la importancia que merecen por parte de las autoridades. Este atropello es “Crónica de una muerte anunciada”, debido a que la escuela es la caja de resonancia de la sociedad, hoy en día afectada por factores nocivos como el consumo y la venta de sustancias prohibidas y algunas permitidas.
Los docentes pasamos de ser, desde hace ya un tiempo, transmisores de valores y conocimientos, para transformarnos en psicólogos, asistentes sociales, padres y un sinfín de actividades que no nos son propias pero que no podemos desatender porque sería negar una realidad dolorosa y nuestro deber es construir para un futuro mejor como sociedad. Vale aclarar, que ninguna de las actividades antes mencionadas son reconocidas como tampoco se reconocen las enfermedades que padecemos debido a las múltiples facetas desarrolladas.
Entregamos en las aulas y en nuestro quehacer diario el cuerpo y el alma. Sólo basta tener en cuenta esta lamentable situación y muchas otras que no tomaron relevancia, pero que están y son un latente peligro para la escuela. En estas circunstancias, la violencia no hace diferencia entre escuelas públicas y privadas, entre escuelas de ciudades o rurales y abarca todos los estratos sociales.
Que este caso no sea uno más, que nos sirva de bisagra para cambiar la realidad que nos toca vivir y para que la “Seño Evelia” sea recordada y valorada por entregar su vida por sus alumnos.